viernes, 18 de noviembre de 2011

Las etapas de la vida

Seguro que más de una vez te has sorprendido al mirar las fotos de tu familia. ¿Te reconoces viéndote cuando eras un bebé? ¿Cómo eran tus padres hace quince o veinte años? ¿Cómo ves a tus abuelos cuando eran jóvenes? Todos crecemos y nos hacemos mayores. A lo largo de la vida, se suceden diferentes etapas: la infancia, la adolescencia, la edad adulta y la vejez. Cada etapa supone unos cambios que afectan a tu cuerpo y a tu forma de pensar.
LA INFANCIA
La infancia es la etapa de la vida que tú mejor conoces. Desde que naces hasta el principio de la adolescencia, tu cuerpo y tu mente experimentan cambios muy importantes. Este periodo comprende desde el nacimiento hasta, aproximadamente, los doce años.
Durante la infancia se producen cambios físicos muy llamativos. Tu cuerpo crece muy rápido. Cada año que pasa, tu estatura y tu peso aumentan porque tus huesos y tus músculos se desarrollan. Durante los primeros años, aprendes a caminar y a coordinar tus movimientos. Cuando todavía eres un bebé, aparecen los dientes de leche y, al terminar la infancia, la mayoría han sido sustituidos por los dientes permanentes.
Durante estos años aprendes a hablar, amplías tu vocabulario y adquieres un lenguaje completo. Tu capacidad de aprendizaje es inmensa. Poco a poco, consigues hacer las cosas por ti mismo sin la ayuda de las personas que te cuidan. En esta etapa de la vida, el juego es muy importante y ocupa gran parte de tu tiempo. Durante la infancia se produce un gran desarrollo social y emocional. El número de personas con las que te relacionas es cada vez más numeroso, pues, además de tu familia, tienes amigos.
LA ADOLESCENCIA
La adolescencia es la etapa de la vida que comienza al terminar la infancia y finaliza cuando el organismo alcanza su total desarrollo, cuando empieza la edad adulta.
Durante la adolescencia tienen lugar cambios físicos y emocionales muy importantes. En este periodo se produce la pubertad, una fase de la adolescencia en la que tu aparato reproductor madura. Tu cuerpo se prepara para poder tener descendencia. También aparecen los rasgos físicos que diferencian a hombres y mujeres, los llamados caracteres sexuales secundarios. En los chicos, aparece la barba; la voz se hace más grave, y el vello se extiende por casi todo el cuerpo. En las chicas, se desarrollan las mamas, y aparece vello en las axilas y en el pubis. En poco tiempo se produce un crecimiento muy rápido, y se alcanza el peso y la estatura casi definitivos.
Durante la adolescencia tienen lugar importantes cambios emocionales y se busca una mayor independencia. La relación con los amigos es muy importante. La forma de aprender también cambia; la información se organiza y se procesa de otra manera, y se desarrolla gradualmente la capacidad para entender problemas complejos.
LA EDAD ADULTA
La edad adulta es la etapa que se sitúa entre la adolescencia y la vejez, aproximadamente, entre los veinte y los sesenta y cinco años. Abarca muchos más años que las etapas anteriores, durante los cuales se producen acontecimientos muy importantes. Se adquieren nuevas responsabilidades, y el trabajo ocupa gran parte del tiempo. En esta edad, mucha gente forma una familia. Cada persona plantea su vida profesional, social o familiar de forma diferente. Los cambios físicos ya no son muy llamativos. El cuerpo deja de crecer y desarrollarse, y muy poco a poco empieza a envejecer.
LA TERCERA EDAD
Se considera que la tercera edad comienza a los sesenta y cinco años. El proceso del envejecimiento se hace más evidente en esta etapa. Durante este periodo se producen muchos cambios físicos.
Si te fijas, tus abuelos son diferentes de tus padres. Su piel está más arrugada; su pelo, por lo general, se ha vuelto gris; ya no son capaces de correr o saltar; sus movimientos son más lentos, y sus músculos son más débiles y menos flexibles; su estatura disminuye. Algunos ancianos recuerdan bien cuando eran jóvenes y, sin embargo, les resulta difícil acordarse de lo que ha pasado hace unos días. Muchas veces, su capacidad para ver y oír empeora, y necesitan utilizar gafas o aparatos especiales para mejorar su audición. Igual que cuando eres un niño necesitas que tus padres te cuiden y te ayuden, muchas personas mayores también necesitan nuestros cuidados.
Gracias a su gran experiencia y a los conocimientos que han adquirido a lo largo de toda su vida, las personas mayores pueden enseñarnos muchas cosas. Durante siglos han sido muy respetados en todas las sociedades, y sus consejos son muy valiosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario