viernes, 18 de noviembre de 2011

El primer año de tu vida

¡Parece increíble cómo crece un recién nacido en muy pocos meses! ¿Te has preguntado cuántas cosas es capaz de aprender un bebé desde que nace hasta que cumple un año?
No hay ninguna etapa en la vida de una persona en la que se produzcan tantos cambios y con tanta rapidez. Es difícil que recordemos nuestro primer año de vida y, sin embargo, son muchas las cosas que descubrimos durante esos meses.
EL PESO Y LA TALLA
Durante estos doce meses crecemos y nuestro peso aumenta. Si un bebé pesa al nacer alrededor de tres kilos, al cumplir un año llegará a unos nueve kilos. ¡Durante este tiempo ha triplicado su peso!
La talla del recién nacido suele ser de unos 50 centímetros; al cumplir el año, el bebé medirá unos 74 centímetros.
LA ALIMENTACIÓN
¡Durante tu primer año de vida aprendes a comer de todo! En los primeros meses, el recién nacido se alimenta de leche; este periodo de tiempo se llama lactancia. Durante el embarazo, las mamas de la madre se preparan para producir leche, que contiene todas las sustancias que el recién nacido necesita.
Hoy en día se elaboran leches muy parecidas a la de la madre. Cuando el recién nacido se alimenta con la leche de la madre, decimos que la lactancia es materna; cuando se alimenta con leches artificiales, decimos que la lactancia es artificial, y cuando se alimenta con ambos tipos de leche, que la lactancia es mixta.
Poco a poco, se retira la leche y se introducen, en pequeñas cantidades, el resto de los alimentos (cereales, verduras, frutas, pescados, carnes, legumbres y huevos), primero en forma de purés o papillas, y luego en forma sólida. Por lo general, se introducen de uno en uno, es decir, se le ofrece al bebé un alimento nuevo durante una o dos semanas, al término de las cuales se empieza con otro.
EL AFECTO
¡Con qué cariño abrazan los padres a su recién nacido! Los bebés tienen una gran necesidad de afecto y de contacto físico con otras personas. Es muy importante para su desarrollo que les hablemos con cariño, que les acariciemos o que les cantemos canciones.
Como los bebés no saben hablar, se comunican con nosotros mediante el llanto y la risa. De esta manera, llaman la atención y manifiestan el hambre, el dolor o la alegría.
LOS TRES PRIMEROS MESES DE VIDA
Durante los primeros meses, los bebés están casi todo el día durmiendo. Poco a poco, pasan cada vez más tiempo despiertos. Algunos objetos les llaman la atención, y cuando una persona se mueve, la siguen con la mirada.
¿Has escuchado alguna vez los sonidos que hace un bebé?: “GGGG...”. Los bebés no saben hablar, pero según transcurren los meses, empiezan a sonreír y a hacer algunos ruiditos cuando les dices algo. Como no hablan, cuando están incómodos o tienen hambre lloran mucho.
Al final del tercer mes, si los tumbamos boca abajo con los brazos extendidos, son capaces de levantar la cabeza y el pecho.
DESDE LOS 4 A LOS 6 MESES
¡Ahora sí que se ríe a carcajadas cuando le hacemos cosquillas o jugamos con él! También intenta contestar con sonidos si le hablamos. Ya reconoce muy bien a las personas que le cuidan.
¡Comienza a descubrir su cuerpo! Durante estos meses, los bebés aprenden a manejar sus manos. Empiezan a coger objetos y se los llevan a la boca. Juegan con las manos y con los pies.
Cuando los sujetas sentados, sostienen la cabeza, y si los tumbas boca abajo, son capaces de girarse. Por lo general, el primer diente aparece a los seis meses.
DESDE LOS 7 A LOS 9 MESES
“Ta, ta, ta”, “ma, ma, ma”; les gusta oírse y repetir el mismo sonido una y otra vez; aunque no asocian estos sonidos con objetos. Son muy curiosos; miran a su alrededor y escuchan con atención.
Ya son capaces de mantenerse sentados e intentan arrastrarse. Empiezan a jugar y exploran todos los objetos que están a su alcance.
A los nueve meses pueden dar palmadas o decir adiós agitando su mano. Están muy unidos a las personas que los cuidan.
DESDE LOS 9 A LOS 12 MESES
Los juegos con cubos para hacer torres, los aros, los cuentos... ¡todo les llama la atención! Muchos niños empiezan a decir “papá” o “mamá”. Cuando otra persona nombra a sus padres ellos los buscan.
Ya tratan de comer solos y ¡cómo les gusta meter los dedos en la comida! Durante estos meses, algunos niños comienzan a gatear y a ponerse de pie, ayudándose de los muebles que hay a su alrededor. ¡Hay que tener cien mil ojos para evitar que abran cajones o se lleven a la boca todo lo que encuentran! Ahora no necesitan estar tanto tiempo con sus padres; aunque los echan mucho de menos, ya son capaces de ser más independientes. ¡Se están haciendo mayores!
También en Mi primera En

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