miércoles, 26 de octubre de 2011

LA ASTRONOMIA

Si alguna noche has estado en el campo, lejos de las luces de la ciudad y a oscuras, te habrá maravillado el espectáculo que se nos presenta en el cielo: miles de estrellas se extienden por el espacio, puntos temblorosos de luz que hacen que nos hagamos preguntas sobre el Universo.
¿QUÉ ES LA ASTRONOMÍA?
La Astronomía es la ciencia que se ocupa de los cuerpos celestes del Universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoroides, las estrellas y la materia interestelar, los sistemas de estrellas llamados galaxias y las agrupaciones (cúmulos) de galaxias.
Trata, en definitiva, de explorar y comprender el Universo. La astronomía moderna se divide en varias ramas:
  • La Astrometría, que estudia las posiciones de los cuerpos en el espacio.
  • La Mecánica celeste, que estudia sus movimientos.
  • La Astrofísica, que estudia su composición química y su condición física.
  • La Cosmología, que estudia el Universo como un todo.

No debes confundir la Astronomía con la Astrología. Mientras que la Astronomía es una ciencia, basada en la observación, la Astrología trata de relacionar el movimiento del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas con el desarrollo de los acontecimientos que se producen en la Tierra, sin poder demostrar dicha relación.
No obstante, la Astrología propició el desarrollo de la Astronomía desde las primeras civilizaciones.
Durante miles de años, el ser humano ha observado el cielo a simple vista, sin ningún instrumento, hasta la invención del telescopio. Su curiosidad por entender por qué tras el día llega la noche, por qué el Sol sale todos los días por el este y se pone por el oeste, y las diferentes formas y posiciones en que aparece cada noche la Luna, le llevó a pensar que los cuerpos celestes se mueven de una forma regular.
De esta forma, en el pasado, la Astronomía solucionó problemas básicos del ser humano, como orientarse en las largas travesías comerciales o en los viajes y saber cuáles eran las épocas adecuadas para sembrar y recoger las cosechas.
LA ESFERA CELESTE
En la antigüedad se creía que la Tierra ocupaba el centro del Universo, y que las estrellas ocupaban posiciones sobre una gran esfera o bóveda celeste. Esta esfera no es real, pero como es útil para estudiar la posición de las estrellas en el cielo (estrellas que vemos repartidas por todas las direcciones del espacio), se sigue utilizando.
La esfera celeste tiene polo norte, polo sur y ecuador, situados sobre los de la Tierra, y una cuadrícula formada también por paralelos y meridianos. Si para fijar las coordenadas de un punto sobre la Tierra, usamos la longitud (ángulo que forma con respecto al meridiano de Greenwich) y la latitud (ángulo que forma respecto al ecuador), las coordenadas de una estrella sobre la esfera celeste vienen dadas por la ascensión recta (que equivale a la longitud) y la declinación (que equivale a la latitud).
Si desplegamos el mapa de la esfera celeste sobre una superficie plana, se forman a su vez seis mapas celestes, de los cuales dos son circulares, los que corresponden a los mapas polares, y de los otros cuatro, dos corresponden al hemisferio norte y dos al hemisferio sur.
Un planisferio es un mapa circular, con una capa transparente que puede girar sobre él, de forma que seleccionando el día y la hora, y colocándolo sobre nuestra cabeza, podemos identificar las estrellas que vemos en nuestro cielo. Los planisferios muestran el cielo para todos los puntos situados a la misma latitud con respecto al polo norte (o sur en el hemisferio sur), es decir, todos los puntos sobre un mismo paralelo terrestre.
Si compras uno, debes tenerlo en cuenta y confirmar que te va a servir.
Por la noche se pueden ver miles de estrellas que siguen una trayectoria similar, girando en agrupaciones permanentes llamados constelaciones. Hay 88 constelaciones repartidas por toda la bóveda celeste.
La Estrella Polar, que forma parte de la constelación conocida como Osa Menor, está situada sobre el polo norte de la Tierra, sirviéndonos de referencia de dicho punto cardinal. No hay ninguna estrella situada justo sobre el polo sur.
LA ASTRONOMÍA MODERNA
Tras la época de Isaac Newton (1642-1727), la Astronomía se ramificó en diversas direcciones. Con su ley de la gravitación, el estudio de los movimientos planetarios dio lugar al nacimiento de una nueva rama: la Mecánica celeste.
El perfeccionamiento del telescopio permitió la exploración de las superficies de los planetas, el descubrimiento de muchas estrellas débiles y la medición de distancias estelares. En el siglo XIX, un nuevo instrumento, llamado espectroscopio (que analiza la luz descomponiéndola en sus distintos componentes), aportó información sobre la composición química de los cuerpos celestes y nuevos datos sobre sus movimientos.
Durante el siglo XX se construyeron telescopios cada vez más potentes, con los que se han descubierto enormes y distantes galaxias, y cúmulos de galaxias. Los observatorios astronómicos en los que están montados los telescopios, suelen estar situados en la cima de montañas, a gran altura, y en zonas alejadas de cualquier ciudad o gran núcleo urbano para evitar la contaminación atmosférica y la lumínica, concretamente la producida por la luz eléctrica.
Los radiotelescopios captan las señales de radio procedentes de cualquier región del cielo y las transforman en mapas topográficos o imágenes en colores falsos.
Los telescopios espaciales, como el Hubble, permiten también observar tipos de radiaciones electromagnéticas que no llegan a la Tierra, al ser filtradas por la atmósfera, como los peligrosos rayos ultravioleta.

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