Había una vez un mundo en el que todo lo que uno quería se hacía realidad porque cada uno tenía una varita mágica y si ellos querían algo solo decían una palabra mágica, pero el Rey era muy pero muy malo y a nadie le gustaba porque los mataba y cada vez quedaban menos magos y se iba a tener que destruir el país porque no iba a vivir nadie, pero cuando el rey estaba dormido lo mandaron a un país muy lejano y se enojo mucho e intentó llegar lo más rápido pero no pudo llegar y no tenía la varita mágica, entonces se quedó allí para siempre y el pueblo escogió un nuevo rey, porque no había rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario